Existen una gran cantidad de PAJAROS Y AVES EXOTICAS interesantes como para disfrutar al máximo al tenerla de mascotas, entre las más interesantes están los Agapornis, las Cacatúas, los Periquitos, Turacos, los Canarios, Tucán, Loros y demás. Pero hay otras que también pueden resultar muy interesantes y con unas cualidades de gran ave de movimiento lento y larga vida, como lo es La avutarda.
Longevidad y mortalidad de la Avutarda LA GRAN AVE DE MOVIMIENTO LENTO Y LARGA VIDA
La avutarda habitualmente vive unos 10 años, pero con frecuencia vemos que puede prolongarse aún más de 15 años, así que merece la pena estudiar esta gran ave de movimiento lento y larga vida.
El macho, mucho mayor que la hembra, puede alcanzar un peso cercano a los 18 kilogramos, lo que lo sitúa al borde mismo de la capacidad de volar.
Ave inconfundible, de tamaño enorme, muy voluminosa y pesada, que suele desplazarse caminando por las áreas abiertas que frecuenta.
En el plumaje de ambos sexos, bastante similar, predominan los tonos pardos, ligeramente rojizos y dorados, en el dorso, donde las plumas muestran un profuso barrado transversal.
Por su parte, las regiones dorsales de las alas presentan un diseño idéntico al que exhibe el dorso, es decir, plumas pardo-rojizas barradas en negro, aunque resulta muy conspicua una extensa banda blanca formada por las coberteras medianas y grandes, que contrasta vivamente con las rémiges negras.
La cabeza y el cuello poseen color gris, que se va tornando parduzco o rojizo a medida que se aproxima a su inserción con el tronco. A nivel ventral, el plumaje es blanco.
Diferencias entre sexos de esta gran ave de movimiento lento y larga vida
En esa época, los machos adultos desarrollan unas largas plumas apuntadas, rígidas y eréctiles, que parten de la mandíbula inferior, motivo por el cual sus poseedores se denominan “barbones”.
Las hembras se diferencian de los machos, además de por el tamaño, por lucir un plumaje algo más apagado y por los caracteres sexuales que estos adquieren durante el periodo nupcial.
El macho inmaduro resulta relativamente similar a la hembra, pero tiene los laterales del cuello parcialmente teñidos de pardo rojizo.
Junto con estas particulares plumas, los machos exhiben durante el celo un evidente engrosamiento del cuello, que además obtiene una vistosa coloración intensamente rojiza.
Canto
La especie se muestra siempre extremadamente silenciosa, aunque los machos pueden emitir durante el cortejo algunas vocalizaciones.
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